Fracasar con tu startup puede ser positivo para tu carrera profesional

El fracaso empresarial es un tema que siempre me ha interesado particularmente. El estudio de Natee Amornsiripanitch, Paul Gompers, George Hu, Will Levinson, Vladimir Mukharlyamov, Failing just fine: assessing careers of venture capital-backed entrepreneurs via a non wage measure, analiza entre otras cuestiones las consecuencias del fracaso en emprendedores de tecnología en Estados Unidos. Tuve la suerte de tener a Paul Gompers como profesor en Harvard, y soy testigo de que se trata de un eminente experto en la materia.

El estudio analiza 5 millones de currículums de graduados de universidades americanas y compara sus trayectorias profesionales con las de aquellos, de entre la muestra, que fundan una startup y son invertidos por fondos de capital riesgo. Algunas de sus principales conclusiones son:

  • Los emprendedores invertidos por fondos ya tenían éxito en sus carreras antes de recibir capital de fondos (posiblemente ello influyó en que invirtieran en su startup)
  • Fundar una startup les ayudó en su carrera profesional posterior. Tras abandonar la startup que fundaron, su siguiente empleo fue casi 3 años superior en seniority (nivel de responsabilidad) al de aquellos compañeros que continuaron su carrera sin fundar una startup.
  • Incluso aquellos emprendedores que fracasaron con su startup recibieron un acelerón en su carrera profesional posterior

El estudio define la medida de éxito como la seniority de la posición de los emprendedores en su carrera posterior al emprendimiento. A mayor seniority, mayor éxito (también a mayor seniority mayor remuneración en general).

Parten de la base de datos Emsi Burning Glass, que contiene más de 5 millones de currículums de graduados de las top 50 universidades americanas. Contiene el historial académico y laboral de todas estas personas, con su título y año de entrada y salida de cada puesto de su carrera. Los autores, categorizan así los diferentes títulos de los empleos por industria, con el objeto de poder establecer mayor o menor nivel de responsabilidad (por ejemplo, en un banco un director tiene mayor seniority que un subdirector o en una compañía eléctrica el consejero delegado tiene mayor seniority que el director de marketing o el director general). A continuación, miden la progresión de su responsabilidad en el tiempo. Por ejemplo, un individuo con seniority 1 que a los dos años pasa a un puesto de seniority 6 (cuando debería estar en 3) ha recibido un acelerón en su carrera de 3 años.

El estudio alcanza varias conclusiones interesantes:

  • Los graduados en general alcanzan un tope de seniority (y sueldo) después de 20 años de salir de la universidad, y a partir de ahí solo un pequeño porcentaje avanza significativamente hasta los puestos más senior
  • Los graduados con MBA (Master of Business Administration) avanzan más rápidamente que los que no lo tienen
  • Los graduados con un MBA de élite (Harvard, Stanford, Wharton, …) avanzan más rápidamente que los de una universidad que no sea de élite

Pero lo que me interesa en particular del estudio, es qué ocurrió con los emprendedores que recibieron dinero de fondos de capital riesgo y luego volvieron a una empresa por cuenta ajena.

Para analizarlo los autores cruzan la base de datos anterior, con la de inversiones realizadas por fondos de capital riesgo de Dow Jones Venture Source. Consiguen relacionar la información de 30 mil emprendedores entre las dos bases de datos. De estos 30 mil, 14 mil vuelven a un empleo por cuenta ajena tras abandonar su startup. Pues bien, estos 14 mil emprendedores:

  • Reciben de media casi 3 años extra de seniority tras abandonar su startup (comparado con los que no fundaron ninguna) y un 5% adicional de incremento de salario real
  • Hay también un extra de seniority no sólo para los que triunfaron sino también para los que fracasaron o simplemente abandonaron su startup

En la tabla de abajo podemos observar cómo los emprendedores invertidos por fondos de capital riesgo tenían ya éxito antes de ser invertidos. Así, estos estaban ya en el percentil 78% como mediana de seniority respecto al grupo comparable antes de fundar su startup.

Los emprendedores invertidos por fondos de capital riesgo ya tenían éxito antes de ser invertidos

En la siguiente tabla puede observarse como la variable Seniority Difference (que explica el incremento de seniority para emprendedores antes de fundar su startup y después de dejar de trabajar en ella frente al grupo de control) para todos los emprendedores crece en 2,54 años. Y como este número es 3,14 para aquellos emprendedores con startups de éxito, pero también 2,39 para aquellos cuya startup fracasó y 2,31 para aquellos que abandonaron la startup (sin éxito ni fracaso).

Los emprendedores ganan 3 años de seniority tras fundar una startup

En la siguiente tabla se pueden observar algunas conclusiones adicionales:

  • Si el emprendedor poseía una formación STEM (Science, Technology, Engineering, Mathematics) progresa más (2,69 vs. 2,30)
  • Si procede de una universidad de élite progresa más (3,18 vs 2,45)
  • Si la firma era de tecnología progresa más (2,73 por 2,41)
  • Si el inversor fue uno de los principales fondos de capital riesgo progresa más (2,76 por 2,48)
Los emprendedores de universidades de élite progresan más rápidamente

Conclusiones

Como conclusión me gustaría resaltar que en Estados Unidos fracasar como emprendedor no parece que suponga ningún estigma para continuar con una exitosa carrera profesional. Es más, según los datos del estudio, podría incluso ayudar.

Posiblemente no alcanzamos el mismo nivel de madurez en España, pero creo es probable que caminemos en la misma dirección en Europa Continental en general y en España en particular.