Cláusulas habituales en contratos de compraventa de empresas

Ha llegado recientemente a mi poder un estudio realizado por CMS Abogados, recogiendo las cláusulas más habituales en contratos de compraventa de sociedades, acumulando los resultados de 498 transacciones realizadas en 2021 en Europa. Me ha parecido interesante reflejarlo en un artículo, pues son cláusulas que los emprendedores se van a encontrar en los acuerdos de venta de su startup.

Si eres emprendedor, este artículo te puede dar pistas de si es normal que el comprador te pida un tipo determinado de garantías, o por el contrario no lo es.

Cláusulas de garantías más habituales en contratos de compra-venta de startups

En un 47% de las transacciones el acuerdo incluía una cláusula de Purchase Price Adjustment (ajuste del precio). Típicamente recoge un ajuste de precio entre la fecha en que se acuerda una transacción y la fecha en que se ejecuta. Entre ambas fechas no es raro que pasen incluso hasta 6 meses. Veamos un ejemplo. Hemos acordado un precio de 10 M€ para la empresa, que a 31 de diciembre tiene una deuda neta (deuda financiera menos caja) de 1 M€, y un capital circulante (clientes + existencias – proveedores) de 1 M€. Durante estos 6 meses, la empresa la sigue gestionando el equipo actual y, como aún no se ha cedido el control, el comprador se quiere asegurar que se gestione bien. Por eso, si el 30 de junio, fecha de ejecución, la deuda neta ha bajado hasta 0,5 M€ y el capital circulante ha hecho lo propio hasta 0,5 M€ también, el comprador deberá abonar al vendedor un ajuste en precio de 1 M€ (0,5 M€ + 0,5 M€).

Un 59% de los acuerdos que no llevaban la cláusula anterior, incluían la cláusula de Locked Box (caja fuerte). Esto quiere decir que el comprador recibe una garantía del vendedor de que el balance y cuenta de resultados acordados son correctos, y que no va a haber pagos de dividendos ni salidas de caja inhabituales. Se suele utilizar cuando la diferencia de fecha entre el cierre y la ejecución no es tan amplia, para dar seguridad al vendedor en el precio que va a recibir.

El 26% de las operaciones llevaban una cláusula de earn out (pago en función de resultados). Una provisión tal, da derecho a un pago adicional al inicial en función de los resultados de la empresa en el futuro. Por ejemplo, hemos negociado un pago inicial de 10 M€ para nuestra empresa, pero negociamos un pago adicional de 2 x EBITDA 2025, siempre que este sea mayor de 2 M€ en tal fecha y por la diferencia con 2 M€. Si el EBITDA en diciembre de 2025 fuese de 1 M€, el vendedor no recibiría ningún pago adicional. Sin embargo, si fuese de 3 M€, el vendedor recibiría 2 M€ (2 x (3-2)). ¿Por qué entonces no llevan estos ajustes de precio todos los acuerdos? Porque es muy difícil definir el cálculo. Si lo defino como un múltiplo sobre EBITDA y durante el período 2021 a 2025 la sociedad la gestiona el comprador, podría ocurrir que este i) trate de que la empresa no genere EBITDA hasta 2026 primando el crecimiento o, peor aún, en el año 2025 le realice un cargo de costes centrales de 2 M€, dejando el EBITDA del 2025 en 0. Este tipo de fórmulas tiene el problema de que puede desalinear los intereses de comprador y vendedor.

El 74% de las operaciones incluían cláusulas de minimis (de mínimos), que estipulan que las indemnizaciones muy pequeñas, por ejemplo, por debajo de 5 k€, no se puedan reclamar. Suelen ir acompañadas de una cláusula basket (cesta), 67%, que estipula que no se podrá reclamar por debajo de un importe mínimo total, por ejemplo, de 100 k€ por el conjunto de varias garantías. Ambas cláusulas sirven el propósito de agilizar los procesos de cierre de la transacción.

Liability Cap (límite de responsabilidad), define una cantidad máxima que se puede reclamar a un vendedor. Es muy habitual ver en contratos de venta de startups compradores demandando que se garantice el 100% del precio pagado. Sin embargo, el 57% llevaban un límite inferior al 50% del precio y un 9% adicional no concedían ninguna garantía (esto es habitual cuando el vendedor es un fondo, quien recibe el dinero y paga a sus partícipes y por tanto ya no dispone del dinero para reclamarlo). Por todo ello, podemos concluir que lo más habitual es dar garantías por hasta el 50% del precio cobrado.

Las garantías en un contrato de compra-venta más habituales van hasta un 50% del precio pagado

Últimamente se ha puesto de moda contratar un seguro en vez de dar garantías, seguro que se deduce del precio de compra. 19% de los acuerdos ya incluían la contratación de una póliza, lo que hace que se reduzca el montante de garantías a proveer por los vendedores. En el 85% de los casos en que se paga un seguro, es el comprador quien paga la prima, que se deduce del precio de compra.  Y ¿cuánto duran estas garantías? Lo más habitual es de 18 a 24 meses.

Las garantías en un contrato de compra-venta se suelen dar por hasta un período de 24 meses

Las cláusulas MAC – Material Adverse Change (cambios materiales adversos) – son muy lesivas para los vendedores, por eso solo están presentes en el 16% de los casos. Permiten, ante un cambio fundamental de las condiciones entre firma y ejecución, cancelar la transacción. Por ejemplo, si hemos comprado una compañía cuyo coste principal es el precio del gas y este rebasa los 0,20 € por kWh, tenemos derecho a cancelar la transacción. Introduce una gran incertidumbre sobre la misma y por eso es difícil de aceptar por los vendedores.

El 33% de los acuerdos llevaban una cláusula de arbitraje. Con ello se evita acudir a los tribunales ordinarios para reclamar garantías, porque la resolución los mismos puede tardar incluso años. Con el arbitraje se gana en tiempo y en certidumbre sobre la resolución de una reclamación.

El 60% de los acuerdos llevaban una cláusula de indemnización por posibles problemas con Hacienda derivados del período anterior a la entrada del comprador. Como Hacienda tiene abiertos a inspección los 4 últimos ejercicios, es normal que el comprador la pida. Y además es muy difícil negarse, porque hacerlo podría esconder un verdadero problema fiscal y quebrar la confianza entre las partes.

Conclusión

Cuando vayas a vender tu empresa, es razonable que el comprador te pida garantías, pero unas son más habituales y razonables que otras. Por ejemplo, es normal que te pidan garantías, pero no lo es garantizar más allá del 50% del precio pagado. No es tan común como la gente piensa incluir una cláusula de earn out, y mucho menos de MAC.

Hemos vendido nuestra participación en Gana Energía

Bewater Gana Energía FICC y Renta 4 Bewater I FCR acaban de vender sus participaciones en Gana Energía a Repsol. La rentabilidad neta de comisiones para nuestros inversores (TIR) ha sido del 158% anualizado (+47% sobre lo que pusieron a final de octubre de 2020).

Nos da mucha pena separar nuestros caminos. Primero porque habíamos establecido una gran relación personal con el equipo gestor y segundo porque creemos firmemente que a más largo plazo la apreciación de valor hubiera sido muy notable. Aún así nos alegramos de este exit, por nuestros inversores y por nuestros socios en Gana Energía. 

¿Qué vimos en Gana Energía?

Un equipo gestor muy comprometido con la empresa, maduro, muy eficiente en el uso del capital (solo se habían invertido 180 mil euros en la empresa hasta nuestra inversión) y emprendedor en serie (muchas de las cualidades que hacen que la empresa pueda tener mayor probabilidad de éxito).

Un sector en crecimiento a tasas de doble dígito, el de la comercialización de energías renovables, en proceso de consolidación. La tesis de inversión reseñaba que se iban a realizar numerosas compras y ventas de sociedades ya que i) los incumbents como Repsol iban a crecer vía adquisiciones ii) los nuevos entrantes como Holaluz o las comercializadoras inglesas iban a tratar de ganar tamaño para salir a bolsa o entrar en operaciones de Private Equity.

Una empresa con una ventaja competitiva y es que su atención y experiencia de cliente eran la mejor del sector. La puntuación de las opiniones de clientes sobre Gana Energía es la mejor de entre todos sus competidores. En un sector en el que se trata de cuidar al cliente, para nosotros era señal clara de las bondades de la sociedad.

Finalmente, un precio razonable.

Agradecimientos

Queremos dar las gracias por medio de esta nota a Antonio y Ricardo, los fundadores de Gana Energía, por habernos dejado compartir esta aventura. Nos alegramos mucho por ellos ya que la transacción les cambia la vida y les da la oportunidad de seguir con Gana, pero con un montante mayor de inversión en marketing.

Gracias también a Angels Capital y Pepe Peris, un socio fiable, profesional y siempre muy razonable.

Finalmente, gracias también a Repsol, en las personas de Luis Santonja y Paco Montalbán. Cuando las cosas se pusieron complicadas, fueron lo suficientemente hábiles para encontrar la manera de encarrilar las negociaciones. Se llevan una compañía que creo les va a proporcionar muchas alegrías.

Buen viento, Gana Energía.

Las acciones con cláusulas de liquidación preferente y antidilución valen más que las que no las tienen

Habitualmente los emprendedores firman alegremente cláusulas de liquidación preferente y antidilución sin reparar en el coste que pueden tener para sus acciones comunes. No es una buena práctica.

Encontré recientemente un artículo académico muy interesante Squaring Venture Capital Valuations with Reality, de William Gornall e Ilya Strabulaev. En dicho análisis se extraen varias conclusiones sobre las recientes valoraciones de unicornios (compañías de capital privado con una valoración teórica de más de 1.000 M$):

  • La mayoría de los unicornios están sobrevalorados
  • La sobrevaloración media es del 50%
  • Las acciones comunes, las que no tienen cláusulas de protección, están sobrevaloradas de media un 58%
  • La diferencia entre una acción con liquidación preferente y sin ella es del 22%, y la diferencia entre una acción con cláusula antidilución y sin ella es del 38%

Para su análisis, los autores recogen una base de datos de 156 unicornios del mercado estadounidense (retienen 135), fundados después de 1994, que hayan tenido al menos una ronda de inversión por parte de fondos de capital riesgo después de 2005 y para los que existen datos tanto de su valoración como de los términos contractuales de cada una de las rondas.
Antes de entrar en el análisis hay que entender cómo se valoran habitualmente las participaciones de las sociedades por los fondos de capital riesgo y el público inversor en general. La manera más común de hacerlo es el valor de la última transacción. Todas y cada una de las participaciones de la sociedad se registran entonces a ese valor. Y ese es el problema, que no todas las participaciones valen lo mismo.


El unicornio mediano de la muestra tiene 8 clases de acciones. Cada una de esas clases de acciones tiene derechos diferentes. Por ejemplo, una clase tendrá derecho a liquidación preferente (a que le paguen antes) en caso de quiebra de la sociedad. Otra tendrá un ratchet (derecho a que si una ampliación de capital futura se hace por debajo del precio al que invirtió, se le emitan nuevas participaciones que le permitan recuperar su porcentaje de participación pre-dilución), etc. Sin entrar en mayor detalle, podemos inferir que una acción que tenga dichas protecciones y otra que no las tenga, no valen lo mismo (las que tienen protecciones valdrán más que las acciones que no las tienen).


Veamos el ejemplo de Square, una compañía muy conocida. Los inversores de serie E invirtieron a 15,46$ por acción, y se garantizaron “liquidación preferente” y un precio mínimo de 18,56$ en caso de salida a bolsa. La valoración de la sociedad se registró en las valoraciones de todos los fondos en 15,46*388 M acciones = 6.000 M$. Pero la salida a bolsa posterior fue a tan solo 9$ por acción, con lo que los inversores de la serie E obtuvieron acciones adicionales hasta llegar a los 18,56$ por acción que se les prometió y, el resto de accionistas se diluyeron en esa cantidad. Obviamente las acciones que tenían protección no podían valer lo mismo que las otras (pero en general todo el mundo asume que así es). Esto es un grave problema habitual en la valoración de los fondos, que valoran todas las clases de acciones al mismo precio.

Rondas de ampliación de capital en Square hasta 2014
Valoración Post Money publicada (VPM) vs Valoración Real (VR)

En la tabla de más arriba pueden verse los resultados del estudio. Los autores han determinado con técnicas estadísticas el valor de cada una de las series en función de las protecciones contractuales de cada una de las clases. Así, por ejemplo las acciones comunes que no tenían ninguna protección tenían un valor de 5,62€ por participación, cuando todo el mundo asumió que su valor era de 15,46€. Si recalculamos el valor de cada una de las clases, obtenemos una valoración total de la compañía de 2.211 M$, frente a los 6.000 M$ que erróneamente se le asignaba a Square. Las acciones comunes, sin protecciones contractuales, valían un 64% menos que las de la serie E (5,62 vs 15,46).

Retornos obtenidos por las acciones de la última ronda vs. las acciones comunes en aquellas operaciones con un valor de salida inferior al de la última ronda

En la tabla anterior, y de nuevo para probar que no valen lo mismo las diferentes clases de acciones, los autores comparan los retornos obtenidos por los inversores sin protección y los inversores con mayores protecciones (de la última ronda de financiación) de la base de unicornios en aquellas transacciones que ocurrieron por debajo del valor de inversión de la última ronda. Los inversores de la última ronda y por tanto con mayores protecciones, en procesos de M&A (Mergers & Aquisitions) ganaron de media un 6% aún cuando el precio fue inferior, y en procesos de salida a bolsa perdieron un -25%. Pero los inversores comunes, sin protección ninguna, obtuvieron retornos de -63 y -57% respectivamente. En los casos más extremos (valor de venta por debajo del 90% del valor de la última ronda en procesos de M&A), los inversores más protegidos perdieron tan solo un 32% de su dinero, mientras que los más desprotegidos perdieron un 99%.


Ya sabemos que diferentes clases de acciones no valen lo mismo, y que eso sobrevalora las sociedades. Pero, ¿cuánto menos vale una que otra clase? Depende de las protecciones que se le dé a cada clase.


Impacto de la introducción de ciertas clausulas en el valor real de las acciones

Los autores establecen un caso base para la muestra. El caso más típico es una liquidación preferente de 1x. Esto quiere decir que, si la empresa se vende debajo del precio por participación al que he invertido, y tengo acciones protegidas con liquidación preferente, antes de distribuir el dinero de la venta al resto de clases de acciones, me van a repartir a mí el dinero que puse, y a menudo es muy posible que el dinero no llegue para recuperar el dinero que invirtieron el resto de clases de acciones. En la tabla se puede obervar que con una liquidación preferente de 1x, las acciones comunes (sin protecciones) valen de media 22% menos que las acciones con liquidación preferente.
Si la liquidación preferente es de 2x, las acciones con liquidación preferente recuperan 2 veces el dinero invertido antes de que las acciones comunes empiecen a cobrar. En este caso, el descuento de valor para las participaciones comunes es de 52%.
La cláusula de participación (habitualmente un convertible) da derecho al accionista que la tiene a liquidación preferente y a un premium si no convierte las acciones, típicamente sometido a una cantidad máxima (cap). Y también típicamente, para exceder ese cap, hay que convertir el derecho en acciones. Si no hay cap, la diferencia en valor es del 36%.
Si lo que tengo es una cláusula de protección antidilución en caso de salida a bolsa, si la venta futura se realiza por debajo del precio al que invertí yo, la diferencia es del 38%. Si me garantizan 1,5X el dinero que puse, entonces la diferencia en valor es del 53%.


Como conclusión del estudio se puede desprender que:

  • Diferentes clases de acciones con diferentes derechos no valen igual
  • Los fondos de capital riesgo y los inversores en general establecen mal el valor de las compañías porque valoran todas las clases de acciones de la sociedad al precio de la que mayores derechos tiene
  • La diferencia entre una acción con liquidación preferente y sin ella de media es del 22%, y la diferencia entre una acción con cláusula antidilución y sin ella de media es del 38%

Habitualmente los emprendedores encuentran inversores que les proponen firmar este tipo de cláusulas. Pues bien, dichas cláusulas tienen un coste significativo y pueden tranferir valor desde las acciones comunes a las acciones protegidas. Adicionalmente, el emprendedor no debe engañarse y creer todas las acciones de su empresa valen lo que se paga por las acciones con mayores protecciones, porque no es así.

Hemos vuelto a invertir en Wetaca

El 17 de marzo, a pesar de la crisis del Covid-19, hemos invertido de nuevo en Wetaca en una operación mezcla de secundario y ampliación de capital. Hemos invertido tanto Bewater Wetaca FICC como Renta 4 Bewater I FCR. Queríamos por una parte alcanzar el 5% de la sociedad y segundo apoyar el desarrollo de la misma.

La sociedad creció el año 2019 un 75% sus ventas y se encuentra muy cerca del EBITDA positivo actualmente. De hecho, las últimas semanas ha batido sus récords de ventas semanales, como muchos de los negocios de ecommerce que llevan bienes a domicilio.

Tanto Efrén como Andrés son dos grandes emprendedores. De cara a la crisis del Covid-19 han reforzado los protocolos de prevención sanitarios (han redoblado la limpieza en el obrador, han dividido los equipos en 2, presurizan todas las noches con ozono todas las zonas de comida, limpian las furgonetas con agua ozonizada) y los clientes están respondiendo con su confianza. Además están a punto de sacar al mercado una novedosa suscripción semanal que personaliza los gustos del cliente.

Si alguien está interesado en unirse a la ola de comida sana a domicilio, puede realizar un pedido y utilizar el código «Bewater», que le dará derecho a un descuento de 10€ en su primera compra.

Por qué no invertimos en WeWork y sí lo haremos en Cink Coworking

Centros de negocio Cink Coworking

Hace unas semanas escribimos un post siendo muy críticos con el modelo de negocio de Wework. Ahora hemos decidido invertir en el mismo espacio, el negocio de co-workings. Vamos a repasar por qué:

Lo primero a lo que hacíamos referencia era a la falta de rentabilidad de WeWork. No es que no tuviese beneficios ni cash flow positivo, es que cada vez perdía más dinero. La compañía factuaba 1.800 M$ y perdía 1.600M$. Y lo que es peor, todavía pensaba incrementar sus pérdidas.

Bewater invierte en general en empresas con cash flow positivo o con la caja para llegar al mismo. En el caso de Cink Coworking, el cash flow no es positivo a nivel de compañía porque está abriendo nuevos coworkings. Pero sí tiene EBITDA positivo, y tendría cash flow positivo si no abriera nuevos centros. Tiene una estrategia clara de rentabilidad (y WeWork no la tenía).

Segundo, hacíamos referencia a la necesidad de tener un buen gobierno corporativo. En el caso de WeWork no lo había. No solo Adam Neuman, su CEO y co-fundador había contratado varios familiares y amigos en puestos claves. Adam además tenía derechos políticos muy por encima de su participación en la empresa. Esto desvirtuaba el control accionarial del fundador. Incluso su mujer tenía mucho que decir en la designación del sucesor de Adam si este se avenía a dejar su puesto. Un despropósito.

En el caso de Cink Coworking hemos acordado un pacto de socios razonable, un pacto que da control sobre materias reservadas a los socios, además de un drag along y un tag along, pero dejando a los gestores gestionar. La base del pacto la hemos puesto nosotros, así que estamos muy cómodos con el mismo.

Tercero, la valoración es razonable. En el caso de WeWork y tal como se ha visto con posterioridad, no lo era. Trataban de hacer la salida a bolsa a una valoración de casi 30 veces ventas (47 mil M$), cuando a múltiplos de empresas comparables valía 8 mil M$. Finalmente, el rescate de Softbank se ha llevado a cabo a 8 mil M$ dándonos la razón.

En el caso de Cink Coworking, esta es una empresa con EBITDA positivo, y en donde cada uno de los centros que opera tiene EBITDA positivo. Así que la compra se puede realizar en términos de múltiplos de EBITDA.

Cuarto, el organigrama de la sociedad en WeWork era difícilmente comprensible y lleno de conflictos de interés. No se entendía bien quien era la gestora, quien tenía la propiedad de los inmuebles, qué inmuebles le alquilaba Adam Neuman a WeWork, quien ponía el precio de los mismos y cuáles eran las cláusulas de garantías de los contratos.

En el caso de Cink Coworking el modelo es muy simple. Se alquilan espacios a arrendadores externos a varios años, con cláusulas que permitan acabar con un arrendamiento antes de tiempo. Y todo el cash flow generado pertenece a los socios de Cink Coworking. Al mismo tiempo se trata de minimizar la estructura central de la sociedad.

Quinto, el modelo de WeWork es un modelo de precios altos basado en una teórica construcción de marca que soportaría una prima a pagar por los clientes. Cink Coworking es por el contrario un modelo de precios bajos para el cliente, que esperamos resista mucho mejor las partes bajas del ciclo económico. Como puede observarse en el gráfico de más abajo, WeWork es un 255% más caro que Cink.

Competidores de Cink Coworking

Sexto, Wework no cumplía la regla del 40% de los negocios de Saas (propuesta por Brad Feld). Dicha regla dice que las buenas sociedades en este sector pueden perder dinero siempre que cumplan con la regla de: % de crecimiento últimos 12 meses + EBITDA/ventas > 40%. En el caso de WeWork, crece un 105% y pierde un -93% en EBITDA (1.691/1.800). Así +105% – 93% = +12% es muy inferior al 40% que nos propone Brad Feld. Cink Coworking  sí esperamos que la cumpla para 2019.

Séptimo, Adam Neuman ya se había hecho millonario con WeWork cuando el resto de socios y empleados no lo habían hecho (ya había vendido más de 500 M$). En el caso de Cink Coworking el management no vende absolutamente nada, porque cree firmemente en el proyecto.

Otras razones por las que vamos a invertir en Cink Coworking son:

  • Creemos que hay un mercado grande en España para los coworkings
  • Creemos que Cink Coworking con su modelo de bajos precios y bajos costes está especialmente bien preparado para competir en el segmento
  • El equipo tiene la experiencia adecuada para hacerlo con eficiencia en capital. Con menos de 250 mil € han llegado a abrir 5 centros de co-working en Madrid. Además, son personas sensatas y con los pies en la tierra.

Por todo ello hemos decidido invertir en Cink Coworking.

Bewater Funds: algunos datos tras el primer año

La actividad fundamental de Bewater Funds es invertir en compañías privadas con cash flow positivo o con la caja para llegar al cash flow positivo, proporcionando liquidez a inversores en las mismas a través de operaciones de secundario.

Comenzamos nuestra actividad en mayo de 2018 y tras algo más de 1 año de actividad hemos querido compartir algunos datos que resuman la actividad de la gestora.

Hemos analizado 170 compañías, valorado 30 de ellas y hemos invertido en 7. Esto quiere decir que hemos invertido en el 4% de las sociedades de las que recibimos información.

La transacción mediana ha sido de:

  • Volumen de inversión de 500 mil euros
  • Ventas de la empresa en último año cerrado 2,2 millones de euros
  • Crecimiento de ventas último año cerrado +69%
  • Valoración de la sociedad 4x las ventas de los últimos 12 meses
  • EBITDA positivo

Los partícipes de los fondos de Bewater han tenido además oportunidad de vender las participaciones de los fondos en que invirtieron. La media de rentabilidad obtenida por los vendedores ha sido de 20%, y la rentabilidad anualizada para los mismos ha sido del 47%.

Además, basado en la última transacción realizada bien en las empresas, bien en los fondos, el valor medio de las empresas invertidas por Bewater ha subido un 17% desde nuestra inversión (32% en términos anualizados).

¿Cómo afrontamos el futuro? Con mucha ilusión. Esperamos seguir proporcionando liquidez a emprendedores que quieran diversificar su riesgo o a inversores que han cumplido su ciclo en la empresa. Posiblemente, a través del acuerdo al que hemos llegado con Renta 4 para sub-gestionar Renta 4 Bewater I FCR, la media de las transacciones futuras sea de un tamaño algo superior, pero el tipo de empresas en las que invertimos no cambiará. Nos gustan las compañías eficientes en el uso del capital, en crecimiento, con vocación de rentabilidad cercana en el tiempo y con emprendedores sensatos.