Venture Debt: ¿cómo de caro es?

Hace poco publicamos un artículo sobre lo caros que podían llegar a ser los servicios de Revenue Based Financing. Analizamos varios casos y llegamos a TIRs (tasa interna de rentabilidad para el inversor y coste para el deudor) de entre 20 y 60% en términos anualizados. En este artículo vamos a analizar la inversión en una startup por parte de un fondo de Venture Debt (inversión en deuda con posibilidad de convertir parte en participaciones de la sociedad).

Vaya por delante que me parece que al igual que en el caso del Revenue Based Financing, el Venture Debt cumple una función en el mercado y añade valor, pues cubre un hueco de financiación en ciertas empresas que no quieren ser financiadas por los bancos, y cuyos socios quieren minimizar su dilución en el capital. Otro tema es que recientemente un emprendedor, nos ha calificado este tipo de inversión como barata y no creemos que sea así. Analizaremos dos ejemplos basados en contratos reales.

Un primer ejemplo: 10,5% anual que tienen un coste real de 54,5% anual

En el primer ejemplo observamos que la gestora del fondo de Venture Debt propone invertir 300.000€ en deuda a 3 años al 10,5% anual, con 1 año de carencia y una comisión de apertura del 1,5%. Además, el fondo recibirá un equity kicker que consiste en una opción para convertir un 43% de la deuda en participaciones de la compañía durante los 3 años y a valor nominal. Lo que esto quiere decir, es que, como parte de la financiación, le hemos proporcionado al fondo la posibilidad de adquirir el 1,61% del capital de la empresa (que hoy tiene un valor de 8 millones €) por un precio muy bajo, el valor nominal de las participaciones, 1.000€. El coste total de la financiación es el 54,5% en términos anuales. Este coste se compone de un 15,4% correspondiente a las condiciones de la deuda y el resto, que se corresponde con el valor de la opción de compra concedida.

En la primera tabla, podemos ver el cálculo de la TIR sin opción: 15,40%. Existe un desembolso de 295.500€ en el primer día (300.000€ –1,5% de comisión de apertura), y luego existen 24 pagos iguales de principal e interés a partir del mes 13 (para preservar el año de carencia).

En la segunda tabla, podemos observar como el desembolso inicial se ve reducido con el valor de la opción para el fondo inversor (295.500€-128.000€), porque recibe esta opción también en el momento de la firma.

Para el cálculo de la opción tomamos en la calculadora de Black & Scholes un precio actual de 129.000€ (43% x 300.000€), un valor de ejercicio de 1.000€ (el valor nominal de las participaciones), un tiempo de ejercicio de 3 años, un tipo de interés libre de riesgo del 1% y finalmente una volatilidad del 50%. Hemos tomado de manera conservadora un 50% como base ya que la volatilidad media de los ingresos de las participadas de Bewater Funds en los últimos 5 años ha sido del 133%, mientras que la volatilidad de su EBITDA ha sido del 358%. El valor de esta opción financiera es de 128k€, que procedemos a restar de los 295.500€ de la primera tabla.

Un segundo ejemplo: 10,5% anual que tienen un coste real de 32,2% anual

El segundo ejemplo de que disponemos es algo más benévolo para el emprendedor. También le prestan 300.000€ al 10,5% a 3 años, pero no hay comisión de apertura y el fondo solo recibe una opción financiera por el 25% de lo invertido en deuda, en este caso 75.000€ (300.000€ x 25%) y cuyo valor de opción son 74K€ (ver pantallazo de la calculadora). La nueva TIR de la inversión del fondo es del 32,2%.

Teniendo en cuenta que los inversores en startups suelen esperar una rentabilidad anual de 20-25% anual, esta financiación con coste entre 32 y 54% en nuestros dos ejemplos puede considerarse poco ajustada a su riesgo. Un inversor está en una posición mucho mejor invirtiendo en deuda al 32% que con una inversión en el capital con retorno esperado del 20%. Y es que, además, si la startup quiebra, primero cobrarían los acreedores y los últimos lo harían los socios. Por lo tanto, dado que se asume menos riesgo, el coste de este tipo de financiación debería ser inferior al coste de invertir en el capital. Se está produciendo para el acreedor lo que se denomina en el argot un free lunch (una comida gratis).

Conclusión: cuando se busca financiación hay que asesorarse sobre el coste de las opciones financieras que incluyen los contratos de los fondos de Venture Debt.

Valor de las opciones financieras ignorado en los acuerdos de inversión

A menudo encontramos opciones financieras en las operaciones de compraventa de sociedades, así como en los term sheets y pactos de socios propuestos por los fondos de Capital Riesgo a emprendedores. Estos tienden a obviar o minusvalorar el valor real de estas opciones, que sí saben apreciar los inversores financieros. Voy a poner 3 ejemplos que hemos visto recientemente en operaciones reales modificando las cifras para que no se pueda averiguar la transacción concreta.

Ejemplo 1: Venta de una sociedad con dos alternativas

En la venta de una sociedad hemos recibido 2 ofertas de compra y hay que decidir qué oferta aceptar. Las ofertas son las siguientes:

  • Oferta A. Valoración de los fondos propios de la sociedad 100 millones de euros (M€) a pagar hoy.
  • Oferta B. Valoración de los fondos propios de la sociedad 95M€ a pagar hoy, pero en función del EBITDA de la sociedad puede haber un ajuste al alza de hasta el 60% en el precio, y un máximo de 152M€. El equipo gestor de la sociedad estima un EBITDA de 10M€ para la fecha de cierre de la transacción, a la cual le quedan 8 meses. Pero a partir de 15M€ de EBITDA, lo cual ven poco probable ahora mismo, existe una fórmula de ajuste del EBITDA que en el caso de llegar a 20M€, incrementa el precio hasta en un 60%. El año pasado la sociedad hizo 20M€ de EBITDA y a fecha actual no va camino de repetir. Sin embargo, la sociedad tiene por delante 8 meses para que esto se produzca. ¿Cuánto vale esta opción? Según el equipo gestor poco, porque alcanzar los 15M€ de EBITDA es poco probable. Según los inversores financieros vale mucho la opción de esperar, porque de aquí a 8 meses pueden pasar muchas cosas: una nueva pandemia, adquisición de un nuevo canal mayorista de distribución, un gran pedido de un gran cliente, etc.

Esto se denomina una opción financiera. En la oferta B, además del pago de 95M€, los socios reciben el equivalente a una opción de compra europea (call option en inglés) para adquirir participaciones de la sociedad dentro de 8 meses a 95M€, cuando pueden llegar a valer 152M (un 60% más).

La opción de compra se puede valorar, bajo ciertas hipótesis, a través de un modelo que se llama Black-Scholes por sus descubridores, premios Nobel de Economía. Para poder utilizar este modelo es necesario estimar dos parámetros adicionales: el tipo de interés que paga un emisor sin riesgo de crédito y la volatilidad del precio de la compañía. Para el tipo de interés libre de riesgo utilizamos el bono español a 1 año, que actualmente es -0,5% y para la volatilidad estimamos que es un 60% porque la compañía puede llegar a valer 152M€ (152/95).

A continuación podemos ver el valor de la opción en una calculadora online:

Opción de compra a 8 meses en acuerdo de inversión con fondo de capital riesgo

Como puede observarse, la opción incluida en la Oferta B vale 18,2M€, así que la opción B es mejor que la A (113M€ vs. 100M€). Esperar durante 8 meses para ver si el EBITDA de la sociedad se recupera vale un 19% del precio (18,2/95). Sin embargo, a menudo los emprendedores le asignan un valor 0.

Podemos complicar el cálculo para hacerlo más fino. Como el precio está limitado a 152M€, esto sería como vender una call a 152M€ (en este caso nosotros le ofrecemos la opción al comprador). Esta tiene un valor de 5,1M€, reduciendo el valor de la misma a 13,1M€ (18,2 – 5,1). Aún así, la opción B sigue siendo mejor que la A (108M€ vs. 100M€).

Opción de compra escondida en acuerdo financiero con fondo de capital riesgo fuera del dinero

El valor de las opciones depende mucho de la volatilidad que le asignemos. Podemos discutir si la volatilidad adecuada es el 60% o el 40%, pero en todo caso lo importante es darse cuenta de que la opción tiene un valor y que este no es pequeño. Para jugar con los números: https://goodcalculators.com/black-scholes-calculator/

 Ejemplo 2: Opción de venta a largo plazo en ampliación de capital

Analicemos otro ejemplo que hemos visto recientemente en varios term sheets de fondos de capital riesgo. El fondo compra 1M€ en participaciones en una ampliación de capital a valoración 10M€ post ampliación (9 pre-ampliación + 1M€), pero introduce una cláusula por la cual a los 8 años tiene la opción de vender a la sociedad su participación al precio al que invirtió, esto es, por 1M€.

Opción de venta en acuerdo con fondo de capital riesgo

La opción de venta (put option en inglés) le permite al fondo de capital riesgo vender sus participaciones por 1M€, 8 años más tarde. Si estimamos una volatilidad de precio esperada del 50% (se trata de una startup y como tal extremadamente volátil) y utilizamos tipo de interés de corto plazo (el del modelo), el valor de esta opción es de 550 mil euros ¡Es un 55% del importe invertido!

Es verdad que el valor de esa opción debe ser minorado por el hecho de que no siempre le van a poder recomprar sus participaciones, porque si la empresa se encuentra en mala situación financiera, no habrá manera de que recompren las participaciones (la fórmula de Black-Scholes asume que las dos partes siempre pagan). Pero yo ya la he visto ejecutar alguna vez, así que está claro que tiene algún valor. Otro indicio de que esta opción tiene un valor significativo es que no es sencillo conseguir que el inversor que la suele pedir, la quite. Sin embargo, los emprendedores le suelen asignar un valor nulo o casi nulo, probablemente porque por su papel de promotor de la empresa, tienen que proyectarse ante todo en el escenario positivo de que el negocio va a ir bien.

Ejemplo 3: Opción implícita en un préstamo

Un tercer caso es el de un fondo de deuda para startups (venture debt). La promesa del venture debt es que su coste es menos caro que una ampliación de capital. Este fondo ofrece invertir 500 mil euros en deuda de una sociedad con un valor actual de 4M€, con las siguientes condiciones:

  • 10% de interés anual
  • 4,5% de comisión de apertura
  • 3 años de plazo
  • Un 2,25% de las acciones de la sociedad
  • Un pequeño equity kicker, una opción de compra para comprar un 3% de la sociedad dentro de 3 años al precio actual

Veamos el coste financiero de toda la estructura en términos anuales:

  • 10% de interés anual = 10% anual
  • 4,5% comisión de apertura / 3 años = 1,5% anual
  • 2,25% de acciones de la sociedad= 90k€ (2,25% x 4M€) / 3 años= 30k€ que sobre un préstamo de 500k€ es un 6% anual
  • Valor de la opción de compra de poder invertir 120k€ al precio actual dentro de 3 años, 39,6k€ / 3 años = 13,2k€ que sobre un préstamo de 500k€ es un 2,64% anual

Opción de compra pasada por alto en acuerdo con fondo de venture debt

Por tanto, el tipo de interés anual total del préstamo es 10 + 1,50 + 6 + 2,64 = 21,14% muy cercano al coste de ampliar capital en muchas startups (el retorno exigido por sus inversores) que está alrededor del 20% anual. En este caso el venture debt cuesta lo mismo o incluso más que una ampliación de capital, pero aquí el fondo de deuda tiene preferencia sobre todos los socios para cobrar en caso de que la empresa vaya mal. De haber ejecutado una ampliación de capital, todos los socios cobrarían en las mismas condiciones, mientras que aquí le hemos regalado una opción financiera al fondo. De nuevo el emprendedor le suele asignar un valor nulo o casi nulo pero el inversor financiero le asigna el valor que tiene.

Conclusión

Los contratos a menudo incluyen opciones financieras con mucho más valor de lo que el emprendedor tiende a pensar. Si eres emprendedor, asegúrate de asesorarte para conocerlo y tenerlo en cuenta a la hora de valorar una oferta.